Retos de las administraciones

coordinar y armonizar

La administración debe en primer lugar impulsar la aplicación efectiva del principio de jerarquía de los residuos, promoviendo la prevención de su generación, fomentando la reutilización, fortaleciendo el reciclado y favoreciendo su trazabilidad.

Es necesario evitar el “turismo de residuos” que se produce en España en la actualidad; hace falta ordenar, coordinar y armonizar la fiscalidad en materia de residuos, incentivando la colaboración y el diálogo entre las distintas administraciones, la sociedad y las empresas para identificar sus necesidades.

La administración debe también promover un mercado desarrollado, transparente y competitivo para que las empresas conviertan los residuos en recursos, fomentando así la simbiosis industrial en cada región a través de la creación de herramientas que faciliten el intercambio de información y la colaboración entre productores de residuos y empresas que los pongan en valor facilitando el cierre de ciclos.

Por otro lado, debe promover la modificación de la normativa actual sobre el tratamiento de residuos para facilitar el cierre de los ciclos de materiales y que los flujos de residuos puedan ser reutilizados entre empresas, eliminando obstáculos y burocracia e impulsando de forma urgente la aprobación de los criterios para su consideración como subproductos, y de fin de condición de residuo.

economía circular,
compra responsable
y separación adecuada de residuos

Al mismo tiempo debe apoyar y fomentar la dignificación de las empresas tradicionales que se dedican a la gestión, reutilización y reciclado de residuos. Hay que dar más celeridad a la aprobación y efectividad de proyectos, por ejemplo dando licencias provisionales que marquen unos mínimos para poder trabajar.

Otra forma de apoyo es dedicar una partida exclusiva de los presupuestos de I+D+i para proyectos de economía circular, que haga más énfasis en el eco-diseño y en dotar a los nuevos materiales de muchos ciclos de vida; además debe incorporar criterios de economía circular en la contratación pública y subvenciones, impulsando planes de contratación pública ecológica e introduciendo criterios de valoración de economía circular en los pliegos y programas de ayudas públicas, préstamos y líneas de crédito.

Por último,  es necesario  llevar a cabo campañas de sensibilización de la población en materia de economía circular, compra responsable y separación adecuada de residuos para que sean más fácilmente aprovechables, por ejemplo, incentivar la separación de la materia orgánica de la basura doméstica.