El grupo de investigadores de materiales y estructuras de la Universidad de Cambridge, liderado por Cyrille Dunant, está desarrollando un innovador método para reciclar el cemento, con el objetivo de mitigar la huella de carbono de la industria de la construcción, responsable del 7,5% de las emisiones globales. El cemento es esencial en la fabricación de hormigón, lo que la convierte en la segunda sustancia más consumida en el mundo después del agua. Sin embargo, su producción genera el 90% de las emisiones de carbono asociadas con el hormigón.
Por esta razón Dunant y su equipo están explorando una solución única: reciclar el cemento utilizando los hornos eléctricos empleados en el reciclaje de acero. Este proceso aprovecha las propiedades de la cal, un componente clave del cemento, para eliminar impurezas del acero durante su fundición. Aunque el reciclaje de cemento nunca se había intentado debido a su complejidad y al alto consumo energético, los investigadores han encontrado una manera más eficiente de separar el cemento de los otros componentes del hormigón, haciendo el proceso viable. Con el acero fundido se pueden fabricar lingotes, barras y vigas, y con la escoria resultante del proceso, tras su enfriamiento, molienda y mezcla con yeso, se obtiene cemento fresco. Este método innovador ofrece una opción real para reducir las emisiones del sector y reutilizar millones de toneladas de cemento ya existentes.
La industria de la construcción, lejos de cumplir con los objetivos de reducción de emisiones, está buscando alternativas sostenibles. Iniciativas como la de Cambridge, en colaboración con la siderúrgica española Celsa, son un ejemplo de cómo la innovación puede transformar el sector. Los ensayos a escala industrial ya han demostrado que el reciclaje de cemento es factible, lo que abre la puerta a una adopción más amplia de esta tecnología.
El equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge espera convencer a más fabricantes de acero de que esta solución es viable y beneficiosa para la industria. Aunque el cemento es, a día de hoy, un material insustituible, el estudio realizado muestra que es posible darle una nueva vida a este material, contribuyendo a un futuro más sostenible para la construcción.
Noticia original publicada en la página web del periódico EL PAÍS, en la sección «ciudades sostenibles».